Pequeño Danny

Y ya estoy de vuelta por aquí! :)

Parecía que nunca llegaría el momento en que volviese a casa, pero llegó para mi desgracia-

Ante todo, quiero desearos un FELIZ AÑO 2011 y que sea mil veces mejor que el anterior.

Aquí doy un poco de miedito, losé

Querido ninfómano diario:


Le basta con sentir sus pies descalzos sobre la fría madera para darse cuenta de que ha despertado.
Ningún ruido. Parece que no hay nadie en la casa... y está en lo cierto.
Poco a poco, va abriendo sus pequeños ojos y se incorpora, a pesar de las múltiples magulladuras y moratones que se han apoderado de sus frágiles piernecillas.
Suspira. El señor Frank se ha ido, hoy nadie le pegará hasta la hora de cenar, eso es un alivio para él.. y para los demás niños que se acurrucan cada noche en las entrañas de este centenario sótano.

A continuación, mira por el ventanuco.
Desde dentro, la calle sigue cómo todos estos días helados.
Mucha nieve, aunque no caen copos... gatos en los tejados, la Señana Margaret vendiendo lotería... y el puesto de el Señor Fred, con su particular olor a castañas... que le teletransporta a
aquellos tiempos en los que su madre le leía cuentos bajo la chimenea.
Es Año Nuevo.
Desde allí puede divisar a alguno de sus compañeros, ganándose la vida cómo pueden bajo ese manto escarchado, al parecer sin ningún éxito.
Danny no se demora más, ya llega tarde. Se calza sus sucios botines, se coloca su raída bufanda y coge, con extrema delicadeza, cómo si se tratase de un pequeño bebé, su acordeón; la única cosa de valor que ha poseído jamás.
Tras sus pasos, cierra la puerta.... mientras se pregunta así mismo si ganará algún penique extra para comprarse un delicioso buñuelo de nata.

Bel Cobain.