Siento mucho no haber podido actualizar en toda esta semana. Como muchos podréis entender, han sido los
Pilares aquí en
Zaragoza y si por la noche no podía actualizar, las mañanas-tardes se me hacían súper cortas, durmiendo o marmoteando por cada rincón de la casa.
Si me preguntáis han sido geniales e intensos. Litros y litros de alcohol metidos inconscientemente -o conscientemente- a el estómago que han sido culpables de tener varios fragmentos de mis noches borrosas, un buen ambiente y muy buena compañía.
Reencuentros de personas que no veías hace mucho, caladas a varios cigarrillos mientras te preguntas ''¿Qué coño estoy haciendo?'' y
varias sorpresas que han dado un giro a todas las cosas que podrían pasar.
Esto último ha sido
muy importante.
Resultado? Llevo moratones prácticamente por todas las piernas, un refriado de la ostia y una cabeza con menos neuronas de las que empecé.
El año que viene más y
MEJOR.
Ahora me pasaré por todos vuestros blogs... y en el siguiente post quizá me dé por enseñar alguan que otra foto...alguna decente claro.
Pasad un buen domingo y que comencéis bien la semana!!;)
Unos brazos me rodean balanceándome hacia las estrellas.
Unos labios que no son los tuyos me besan mientras suena nuestra canción.
Sé que estas en ese momento muy cerca, quizá unos metros detrás... quizá a cinco minutos andando. Sé que en ese momento estás pensando en mí... como yo en ti.
Por muchos labios que beses, por mucho que me pegue al que tengo aquí, no lo podemos evitar.Me doy cuenta que te sigo queriendo, pero como dijiste,
todo es mucho mejor así.
Tu fuiste el cobarde y yo la niña que no quería que te fueras de mi lado, por muchos ladrillos que me cayesen a la cabeza.
Hasta ahora, que me digas que te olvide para así no hacerme más daño ha sido lo más noble que han hecho por mí en la vida.
Nunca me olvidaré de tí ni de tus abrazos.
Siempre recordaré cuando me dijiste con los ojos brillantes y cristalinos que yo era la primera y única chica de la que hasta entonces se había enamorado. Te creí al instante. Tu también.
Quiero que no pienses que te odio, porque lo sabes bien... soy una chica buena, aunque intente no serlo. Te he dicho mil veces que no le odio a ella, ya sabes de quien te hablo, de
P. Parece que al final las cosas con ella no acabaron manchadas de sangre.
Quiero que sepas que cada día estoy mucho mejor, que la herida empieza a cicatrizar y que dentro de unos meses empezaré a ser la chica que era antes, pero renovada.
Porque tú me cambiaste.
Acaba nuestra canción. Sonreímos
nostálgicamente.
Y nos teletransportamos a ese día de marzo en Roma, en el puente del río Milvio... dónde todo era tan idílicamente sencillo!